Este es un artículo que tenía muchas ganas de escribir. Y es que por raro que parezca, lo del autoconocimiento es una asignatura pendiente para la mayoría. A menudo personas aburridas en sus trabajos donde ya no se sienten realizadas y que quieren dar el paso y reinventarse en algo que les llene de verdad, me cuentan que su mayor problema es que no saben en qué se pueden reinventar. Una de las claves para saber en qué te puedes reinventar es saber qué cosas te gusta hacer. Con qué disfrutas. Qué cosas te producen placer. Créeme que el 60% de las personas no saben responder a esta pregunta.

Otro factor fundamental es saber qué cosas se te dan bien hacer. Algo que parece un poco más sencillo de responder pero que sin embargo cuesta contestar. De nuevo mas de la mitad de las personas no saben qué decir y más del 70% no son capaces de escribir una lista con más de 3 cosas.

Esto demuestra lo poco que nos conocemos las personas a nosotras mismas. Algo fundamental para el equilibrio emocional. Desde luego si lo que buscas es reinventarte,  no dejes de leer este artículo hasta el final. Te voy a contar las claves que necesitas saber para ponerte al día con tu la persona con la que más tiempo vas a pasar en tu vida: contigo misma. Yo diría que es casi imprescindible pasar por aquí para tu reinvención, ya que conocerte mejor te ayudará a saber mejor qué es lo que quieres, estar más segura, más motivada, sabrás qué habilidades debes aprender o desarrollar y con cuáles cuentas para desarrollar tu actividad. Tendrás más compromiso y determinación en tu plan de acción hacia tu plan B.

También me encuentro a veces con personas que no se atreven a hacer aquello que anhelan. Y en muchas ocasiones, últimamente, sobre todo, con motivo de nuestra vuelta al mundo me dicen: ¡qué valiente!

Pues resulta que, en mi opinión, todas estas cosas tienen mucho que ver con el autoconocimiento ya que éste es la base de la autoestima.

La autoestima también nos afecta, entre otras cosas en la toma de decisiones. Cuanto más baja sea tu autoestima más te cuesta tomar decisiones. Del mismo modo, cuantas menos decisiones tomas, más baja es tu autoestima, porque también, al no tomar decisiones te sientes menos capaz de saber qué es lo que quieres o qué es lo correcto (bueno, como si esto tuviera una respuesta ?) El no tomar decisiones también es evitar preguntarte qué quieres o prefieres y poco a poco cada vez sientes que te conoces menos. Por tanto, también cultivarás un bajo autoconocimiento.

Recuerdo de pequeña la sensación de no saber qué elegir y cómo hacerlo. Nunca sabía si me equivocaba o no, o no sabía reconocer lo que era mejor para mí o simplemente lo que yo quería. Recuerdo que a menudo lo solucionaba fácil; me copiaba de mi hermano mayor. Si él elegía ir a un sitio, yo también; si él elegía gastar un dinero o no gastarlo yo hacia igual; si él se pedía un refresco, yo el mismo.

Para mi era garantía de no error, ya que yo, como buena hermana pequeña admiraba a mi hermano y pensaba que él sí sabía lo que era mejor, aunque yo no sabía muy bien como lo hacía.

Con el tiempo un día, cansada de sus quejas (imagínate yo siempre pegada a él haciendo lo mismo todo el rato) decidí arriesgar y decidir algunas cosas. Sentía miedo y siempre me asaltaba la duda de si hubiera sido mejor la otra opción. Así que empecé a decidir, casi a boleo por las pequeñas cosas de mi día a día yo sola. Y ¿sabes qué fue lo que ocurrió? Nada. Eso es, nada. Cada vez que tomaba una decisión no pasaba nada de lo que realmente me arrepintiera. Nada catastrófico. En cambio, la sensación de libertad de elegir mis propias cosas y tomar mis propias decisiones sí era algo que me empoderaba y me hacía sentir bien.

Mucho más tarde, después de muchas experiencias en mi vida y de muchas decisiones vitales, me di cuenta de algo: mucha gente me decía lo valiente que era y lo arriesgada al tomar mis decisiones, tantas veces contra corriente. Me preguntaban siempre por los “ysis”; “y si te pasa esto”, “y si te pasa lo otro”…y nunca tenía respuestas para todo, pero por algún motivo tampoco me preocupaba.

Me di cuenta de lo que tenían en común las distintas situaciones en las que había tomado grandes decisiones. Lo que tenían en común es que no me importaba tanto las posibles consecuencias negativas de mis decisiones, porque tenía una profunda confianza en mi misma de que pasara lo que pasara iba a ser capaz de salir de cualquier situación a la que me tuviera que enfrentar.

Solo llegas a esta conclusión a través de un profundo compromiso de autoconocimiento a lo largo de tu vida (recuerda que tu cambias, por lo tanto, este proceso no termina nunca) y de tener grandes experiencias que te ponen a prueba. Por eso hay que probar y arriesgar, salir del sofá y caminar hacia tus sueños. Si aciertas, aprendes, si aciertas menos, aprendes más.

Por eso hoy quería hablarte de varias cosas que considero importantes a la hora de trabajar el autoconocimiento, que está estrechamente relacionada con la autoestima y afecta muy positivamente a la toma de decisiones, donde te hablo aquí y te ampliaré en breve.

Hoy te voy a contar:

 

 

AUTOCONOCIMIENTO Y SU RELACCIÓN CON LA AUTOESTIMA

El autoconocimiento es el arte de conocerte a ti misma. Es decir, el conjunto de cosas que sabes sobre ti.

Es un proceso reflexivo en el que sacas conclusiones sobre tus fortalezas, tus áreas de mejora, tus habilidades, tus temores, limitaciones, gustos o aficiones y tus necesidades. Este proceso te permite comprender quienes eres. Este es el inicio para aprender a valorarte y quererte como persona.

Por tanto, el autoconocimiento es la base de tu autoestima y a su vez es fundamental en tu relación contigo misma y con las demás personas.

La autoestima es el aprecio o consideración que tienes sobre ti. Por ello es fundamental tener un profundo autoconocimiento para tener una adecuada autoestima. La baja autoestima se debe fundamentalmente a un escaso autoconocimiento. Una sobre elevada autoestima, es lo que llamaríamos prepotencia, se debe también a un escaso conocimiento de si misma, que por miedo e inseguridad se protege con una falsa autoestima, como es la prepotencia.

Lo correcto es tener lo que llamamos una Elevada Autoestima. Es una valoración positiva sobre ti misma. Esto no quiere decir, en ningún caso, que seas mejor que nadie ni consideres que estás por encima de las demás personas. Simplemente que, al conocer mejor tus debilidades y tus fortalezas, necesidades etc, has hecho el proceso adecuado de aceptación y por tanto te consideras a ti misma en un nivel más cercano a la realidad. Sabes hasta dónde puedes llegar en cada momento y situación. Esto te da mucha confianza en ti misma y te aporta una capacidad mayor de gestión de tus actos, tus emociones y tus relaciones.

 

 

QUE NOS APORTA EL AUTOCONOCIMIENTO

 

 

Como ya te he contado el autoconocimiento te aporta un montón de cosas positivas. Aquí te detallo las más importantes para mi:

Tocar tierra:

El autoconocimiento te invita a tocar tierra. Es decir, contactar con la realidad. Normalmente, por autoprotección, tiendes a no querer ver tus debilidades o áreas de mejora. Entonces, cuando te encuentras en una situación delicada, como no conoces tus herramientas ni tus posibilidades empiezas a imaginarte un montón de opciones, generalmente negativas (los “Ysis”). Créeme que la imaginación es a veces la que te juega las malas pasadas. El autoconocimiento también te aporta humildad y pérdida de egocentrismo.

Superación de prejuicios:

Conocerte mejor facilita la superación de prejuicios. Saber cómo eres te hace una persona más humana. Tomas consciencia de que tú no eres perfecta, al igual que no lo son las demás personas. Es duro admitir nuestros defectos. Es duro para ti y es duro para las demás. Estamos todas en la misma barca. Cada una de nosotras solo quiere sobrevivir. La mayor parte del sufrimiento humano viene por los prejuicios derivados de la falta de autoconocimiento.

Desarrollar la empatía:

El autoconocimiento ayuda desarrollar la empatía. La empatía es la capacidad de “ponerte en los zapatos” de otra persona. Compartir sus emociones y hacérselo saber, sin juzgar, sin dejarte invadir por sus emociones, sin sentirte culpable ni responsable.

Favorece la compasión:

Favorece comportamientos compasivos. Entendiendo la compasión como la capacidad para acompañar a la otra persona entendiendo su dolor o sufrimiento, conectando con su grandeza. Aportando a la otra persona lo que verdaderamente necesita para liberarse de su sufrimiento.

[click_to_tweet tweet=”“Si miras el sufrimiento ajeno desde el miedo, eso es lástima. Si miras el sufrimiento ajeno desde el amor, eso es compasión”.” quote=”“Si miras el sufrimiento ajeno desde el miedo, eso es lástima. Si miras el sufrimiento ajeno desde el amor, eso es compasión”.” theme=”style2″]

Conocer tu propio Ego:

Por supuesto el autoconocimiento es conocer tu propio ego. Conociendo tu propio ego también podrás conocer y reconocer el ego ajeno, lo que sin duda ayuda en las relaciones propias y con las demás.

Favorece la interiorización:

Para conocerte mejor debes practicar la interiorización. Observarte desde otros puntos de vista, hacerte preguntas, dudar de tus respuestas automáticas. Estar más tiempo contigo. Todo esto te proporcionará también mayor serenidad y madurez.

Ejercicio de Auto-conciencia:

El autoconocimiento es un ejercicio de auto-conciencia. Tener conciencia de ti misma te llevará a la acción y por tanto es una fuente de motivación.

Conciencia VS consciencia:

Es importante tener en cuenta la diferencia entre consciencia y conciencia. Yo soy consciente al darme cuenta de algo. Descubrir algo que me era desconocido. Sin embargo, la conciencia es tenerlo en cuenta. Tomar acción. Hacer algo con respecto a ello. Es ocuparme de ello.

El autoconocimiento empieza el día que naces (de forma más o menos consciente) hasta que te mueres. Somos seres cambiantes y por tanto es un ejercicio que debes hacer de forma constante. Hay que activar alertas que te recuerden el proceso para tenerlo siempre en mente.

Por ello puede ser que en diferentes momentos o ante diferentes circunstancias tu autoestima sea diferente (y tu autoconocimiento). Yo me considero en estos momentos una persona con una elevada autoestima, pero no es así en todos los ámbitos o situaciones. Si de repente me viera en una situación ajena a mi vida diaria, seguramente al principio me sentiría insegura, porque desconozco mis habilidades en ese terreno o mis miedos en esa nueva situación.

Aunque sin duda, como te contaba al principio, el hecho de conocer muchas de mis habilidades, probablemente me daría confianza y seguridad saber que, aunque esa situación sea desconocida para mi, sé que, por ejemplo, reacciono bien ante situaciones de estrés o que se me da bien improvisar.

Conocer también mis limitaciones o áreas de mejora, me ayudan a evitar situaciones con antelación. Cómo por ejemplo ponerme nerviosa ante una situación de peligro, por lo que me es más fácil gestionar mis emociones también e incluso evitarlas.

[click_to_tweet tweet=”‘Aquella persona que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse así misma’ Ghandi” quote=”‘Aquella persona que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse así misma’ Ghandi” theme=”style2″]

 

COMO TRABAJAR EL AUTOCONOCIMIENTO

Creo que con lo dicho hasta ahora habrás tomado consciencia de lo importante que es mejorar el autoconocimiento para mejorar tu autoestima, tu relación con las demás, la superación de prejuicios, del ego propio y ajeno etc. Por tanto, seguramente te habrás dado cuenta de la importancia de tomar conciencia y poner acción en este terreno.

Te voy a contar algunos de mis secretos para mejorar en el autoconocimiento. Algo para lo que al principio encontrarás resistencias Lo que también debes tener en cuenta.

Para ello te quiero hablar de las fases del autoconocimiento. Hay mucha literatura sobre las diferentes fases y más hoy en día con los innumerables blogs de psicología, crecimiento personal y auto ayuda. Yo, que me considero una persona muy práctica, y lo resumiría en tres fases. Para mi son las tres más fáciles de entender y más útiles a la hora de poner en práctica algo que debe acompañarte el resto de tu vida:

 

 

AUTO-OBSERVACIÓN:

Si te pidiera un informe sobre cómo es una persona determinada, alguien a quien no conoces mucho, ¿por donde empezarías? Seguramente por la observación. Te dirías a ti misma; pues me voy a fijar a ver cómo es. Esto mismo es lo que debes hacer a partir de ahora contigo.

Lo primero que debes hacer es fijar un compromiso serio de que quieres mejorar en tu autoconocimiento. Ponerte “alarmas” que te recuerden que estás en un proceso de auto observación. No te preocupes, con la practica sale de forma automática.

Piensa en ti como si fueras una persona desconocida. Esto te facilitará ver un poco mas allá y salvar algunas barreras de protección que nos ponemos para no dejarnos ver nuestras áreas de mejora (no engañamos a nadie créeme, en la mayoría de las casos los demás sí lo saben)

Para conocerte mejor, lo primero que debes hacer es aprender a observarte. Observar cómo te comportas en las diferentes situaciones de tu día a día. Qué cosas te molestan, qué cosas te hacen feliz. Siempre desde el no juicio. Es decir; observar y “tomar nota”. No es mejor ni peor ser de una determinada manera, es como tu eres. Luego ya veremos que hacer con ello si es preciso hacer algo.

Lo ideal es que empieces por algo en concreto. Para elegir el área es importante que hagas caso de tu intuición y seas honesta. En qué situaciones te sientes algo incómoda. Donde crees que hay algo de ti que es mejorable.

Un buen ejercicio al principio es por ejemplo dedicar un rato al terminar el día a apuntar qué cosas te han pasado hoy. Que situaciones o conversaciones has vivido hoy y cómo las has vivido. Si un comentario te ha gustado o por el contrario te has ofendido. Si eso te pasa de manera recurrente ante el mismo comentario o solo con una persona determinada. Cómo reaccionan tus interlocutores cuando te comunicas.

Hay una cosa muy importante que debes saber y es que a menudo, cuando hay algo que te molesta de una persona, eso que te molesta, suele tener mucho que ver contigo. Observa que puede haber detrás y porque te molesta.

No olvides también observar qué habilidades tienes. Qué cosas te gusta y se te da bien hacer.

[click_to_tweet tweet=”‘Cuando adoptas el punto de vista de que cualquier crítica que haces es una auto-crítica, que cualquier juicio que haces es un auto-juicio, desarrollarás sabiamente en tí mismo un amor incondicional que será la luz del mundo’. Harry Palmer” quote=”‘Cuando adoptas el punto de vista de que cualquier crítica que haces es una auto-crítica, que cualquier juicio que haces es un auto-juicio, desarrollarás sabiamente en tí mismo un amor incondicional que será la luz del mundo’. Harry Palmer” theme=”style2″]

 

TOMA DE CONSCIENCIA

A continuación, debes tomar consciencia de esas observaciones y darte cuenta que esos comportamientos son parte de ti. Eres tú.

Si es la primera vez que te planteas esto, vas a ver que es francamente difícil. Por lo general tenderás a no querer ver lo que no te gusta de ti misma. Pero debes tener un fuerte compromiso contigo de querer conocerte, para lograrlo.

Al fin y al cabo, ya lo decía Shakespeare:

“[click_to_tweet tweet=”De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse así mismo” quote=”De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse así mismo” theme=”style2″]”

 

Recuerdo cuando yo misma descubrí y puse en práctica de forma consciente este ejercicio. De repente vi en mí comportamientos que rechazaba en otras personas. Como por ejemplo el no dejar hablar a mi interlocutora e interrumpir recurrentemente. Me sentí vulnerable e insegura al tomar consciencia de que lo hacía. Sentí la necesidad de abandonar ese “ver” mas allá. Me sentía ridícula cuando me pillaba a mi misma repitiendo ese comportamiento y sentía vergüenza. Debes saber que esto te va a suceder a ti también. Esto no es más que el proceso normal que sucede cada vez que salimos de la famosa zona de confort.

Saber lo que sucede dentro de ti cuando lo estés practicando te ayudará a ser fuerte y no abandonar. Como ves, no te pasa solo a ti. No lo olvides. Si te sientes vulnerable e insegura, es que lo estás haciendo bien. Ten paciencia y verás la recompensa.

ACEPTACIÓN

“[click_to_tweet tweet=”Tuya es la energía que construye tu mundo. No hay limitaciones excepto en las que crees” Jane Roberts” quote=”Tuya es la energía que construye tu mundo. No hay limitaciones excepto en las que crees” Jane Roberts” theme=”style2″]

 

Una vez que has observado tu comportamiento desde otra perspectiva y has tomado consciencia de algunos rasgos mas de quien eres, es imprescindible pasar por la aceptación.

Acepta sin más que eso también forma parte de quien eres. Sólo a través de la ACEPTACIÓN puedes poner en marcha mecanismos para mejorar o cambiar esos aspectos de ti que no te agradan.

Va encaminada a tolerar una situación que no se puede cambiar, pero inclinándose hacia la acción. Aceptar es abandonar una lucha que no tiene solución. Aceptación no es resignación.

Resignación es cuando piensas que algo no se puede cambiar, aun cuando sí se puede. No te invita a la acción porque piensas que nada de lo que hagas va a cambiar dicha situación. La realidad es que no sabes qué hacer y por tanto no haces nada. Es un comportamiento que te lleva al victimismo.

Y tiene sentido. Si yo no hubiera aceptado que efectivamente cortaba a la gente al hablar y que no escuchaba porque estaba más centrada en lo que yo iba a decir a continuación que lo que la otra persona me estaba aportando, jamás habría podido cambiarlo. No habría puesto ninguna acción en esa dirección. Me seguiría sintiendo mal y pensando que son las demás personas las que se equivocan. Me seguiría sintiendo rechazada en algunas ocasiones, sin saber por qué.

Solo a través de la aceptación de esas cosas que no nos gustan de nosotras podemos cambiarlas.

A través del autoconocimiento podemos descubrir cuáles son los miedos que nos paralizan y las creencias limitantes que hay detrás de nuestros miedos.

[click_to_tweet tweet=”‘Sin cambio no hay crecimiento'” quote=”‘Sin cambio no hay crecimiento'” theme=”style2″]

 

CAMBIO: El cambio procede de una re-interpretación de los datos considerados como problemáticos y no de una explicación de los mismos.

 

 

 

AUTOCONOCIMIENTO DE NUESTRO CUERPO

 

Cuando leíste  Autoconocimiento, seguro que pensaste, principalmente, en un autoconocimiento interior, emociones y mente principalmente. Efectivamente ya hemos visto lo importante que es. Pero si lo que quieres es realizar un buen autoconocimiento, debes aprender a conocer también tu cuerpo.

Desde el punto de vista del coaching ontológico, al igual que desde el punto de vista de muchas otras disciplinas (como el yoga por ejemplo) el ser consta de tres partes. El cuerpo, la emoción y el lenguaje (lo que podríamos llamar lo mental). Esto es lo que llamaríamos la tridimensionalidad del ser. Por lo tanto, cuerpo, emoción y lenguaje tendrían la misma importancia. Cada una de ellas influye en las otras dos. Cuando lo que dices, lo que piensas y lo que haces van en consonancia, es cuando te sientes bien. Sientes que todo fluye. Es lo que llamamos coherencia. Cuando esa coherencia se rompe, es cuando surge lo que llamarías un problema.

 

Cuando tu cuerpo te habla por dentro

Tu cuerpo te transmite información muy valiosa sobre quién eres y cómo estás en cada momento. Y no debes ignorarlo. Ya está demostrado científicamente que el 80% de las enfermedades tienen un origen spsicosomático. Esto quiere decir que casi seguro que antes de tener una enfermedad tu cuerpo te ha avisado de que algo no estaba bien. Si no lo escuchas y no pones remedio, termina derivando en una enfermedad. A veces es la manera que tiene el cuerpo de decirte que pares y que pongas atención.

Esto puede parecer esotérico pero no lo es en absoluto. ¿cuántas veces te has sobre cargado de trabajo o responsabilidades y has sentido los hombros muy cargados? No son pocas las veces que mis clientes me cuentan casos en los que se han forzado a hacer algo que realmente no querían y les ha “coincidido” con una enfermedad. Esto es lo que se llama una CAUSALIDAD.

Aprender a tomar cosnciencia de tu cuerpo y escuchar lo que él te dice, te será de gran utilidad en cosas tan del día a día como la toma de decisiones o gestión de las emociones. Por tanto también encontrarás en tu cuerpo un gran aliado para resolver muchos de tus problemas.

No me digas que no te ha pasado nunca que has tenido que tomar una decisión más o menos importante.  Has sopesado pros y contras y cuando tomas la decisión, no te has sentido cómoda. O no estabas todo lo feliz que se supone que deberías estar por ello. Seguramente has tenido sensaciones en el estómago. Tus “tripas” te estaban diciendo algo. Pero tu mente te decía otra cosa.

Cuando tu cuerpo te habla por fuera

En la acción realizas movimientos corporales. Y esos movimientos van revelando el ser que eres:

¿Puedes influir en una emoción a través de tu cuerpo?

¿Afecta tu postura en tu estado de ánimo?

¿Puedes cambiar una emoción con el movimiento del cuerpo?

¿qué te dicen las posturas de las demás sobre sus emociones, pensamientos o estados de animo?

¿Y sobre las tuyas propias?

La respuesta en todos los casos es claramente sí. Aunque por algún motivo seguramente rara vez lo haces de forma consciente. ¿Cuántas veces estás triste y el hecho de ponerte una música movidita y ponerte a bailar, ya te hace sentir mejor? El movimiento de tu cuerpo de forma animada influye directamente en tu emoción. O ¿cuantas veces te has sentido nerviosa o alterada porque ibas a tener una conversación difícil y has respirado profundamente, bajando así tus pulsaciones y ha cambiado tu emoción?

Lo miso que con las posturas. Cuántas veces has visto a alguien caminar con lo espalda corvada hacia delante, los hombros bajos hacia delante y mirada al suelo y has pensado; ¡menudo día tienes!

EL CUERPO no es sólo aquello que nos contiene. Es tan importante como nuestra mente o nuestras emociones (alma). Si trabajas en tu corporalidad, estas trabajando en ti misma.

La corporalidad incluye el cuerpo, la voz, la respiración y nuestro campo energético.

 

 

Para qué es importante

Para ver las posibilidades que se te abren y se te cierran desde tu corporalidad actual. Para descargar las tensiones y rigideces de tus experiencias y que están grabadas en tu corporalidad. Para aprender habilidades como contener o sostener tensiones, escuchar, empatizar, etc. Para re-conectarte con tu capacidades básicas: confianza, disfrutar, capacidad de alcanzar tus objetivos, inteligencia creativa, intuitiva…) Para conectarnos con tus emociones. Para conocer tus disposiciones al movimiento. Etc.

 

 

5 TRUCOS PARA MEJORAR TU AUTOCONOCIMIENTO

Y si aun te preguntas que puedes hacer para conocerte mejor, te invito a probar con estos ejercicios. Verás que pronto vas a mejorar en este arte del autoconocimiento. Pero recuerda que esto empieza hoy y termina el día que te mueras. No olvides nunca que tus circunstancias cambias, tus prioridades cambian y tú no paras de cambiar.

  1. Durante una semana, todos los días, dedícate 15 minutos a ti. Vete a un lugar tranquilo. Cierra los ojos. respira 3 veces profundamente y toma consciencia de cómo se encuentra tu cuerpo hoy. Donde hay tensión, donde no. Si hay alguna dolencia, si es nueva o lleva ahí algún tiempo. Qué ha pasado diferente en tu vida para que haya aparecido esa dolencia. Repasa tu cuerpo de la cabeza a los pies.
  2. Dedícate una semana a la auto-observación. Al cavo de esa semana haz una lista con 5 cosas que te gustaría mejorar de ti y que no te habías fijado antes y 5 cosas que te gustan o se te da bien hacer que tampoco eras consciente antes.
  3. Pregúntale a 3 amigas o amigos de confianza que te digan 3 cosas que les gusta de ti.
  4. Dibuja una mano en un papel. En cada uno de los dedos escribe: 3 cosas que se te dan bien hacer, 3 cosas que te apasionan, 3 cosas que te gustaría mejorar de ti, 3 habilidades innatas. 3 personas a las que admiras. En el centro de la mano escribe un lema o canción o frase motivante.
  5. Cuando salgas de casa por la mañana revisa tu corporalidad. Revisa qué partes del cuerpo tienes tensionadas y relájalas. Cómo es tu expresión facial, como están colocados tus hombros, como está tu mandíbula. Si tienes la espalda recta o no. Revísala y corrige la postura: Relaja los hombros. échalos hacia atrás, pon tu espalda recta, mira al frente, relaja tu mandíbula y tus cejas. , sonríe (aunque sea una sonrisa forzada) y luego suelta varias veces, pisa firme sobre toda la planta de tus pies.

 

Espero que te haya gustado este artículo tanto con a mi escribirlo. Ya tienes tarea y unos cuantos retos para ponerte en marcha. Ya no tienes excusa. Y no olvides compartirlo con las demás en los comentarios. SI tienes cualquier dificultad y me lo quieres comentar ya sabes dónde encontrarme.

¿Qué es lo que mas te ha sorprendido?

¿Dónde encuentras mayor dificultad para ponerlo en practica?

¿Cuál va a ser tu reto para esta semana?

Y recuerda que…

 

[click_to_tweet tweet=”“No somos responsables de todo lo que nos ocurre en la vida, pero sí de cómo lo queremos vivir”'” quote=”“No somos responsables de todo lo que nos ocurre en la vida, pero sí de cómo lo queremos vivir”'” theme=”style2″]

 

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