Cuando trabajo con personas que quieren hacer un cambio de vida, aparecen muchos bloqueos. La mayoría muy comunes entre todos los mortales: miedo al fracaso, procrastinación, no saber qué hacer, por donde empezar… Pero hay uno que es muy común y que, si lo trabajas bien, puede generarte muchos beneficios y te puede ayudar mucho con todos los demás bloqueos. Se trata de saber exactamente qué es lo que quieres, trazar un plan y realizar una buena GESTIÓN DEL TIEMPO.

Por eso hoy te voy a hablar de:

 

¿QUÉ ES LA GESTIÓN DEL TIEMPO?

 

A menudo tengo la sensación de que cuando hablamos de Gestión del Tiempo, mucha gente no sabe ni lo que es exactamente. En alguna ocasión cuando he lanzado una formación sobre este tema, hay personas me han llegado a decir: – ¡eso es justo lo que necesito! Así podré hacer muchas más cosas. – Y esta es la base de un gran error en la mayoría de las personas.

[click_to_tweet tweet=”La gestión del tiempo no es más que el ADECUADO reparto del tiempo de una persona entre las distintas tareas que quiere desarrollar.” quote=”La gestión del tiempo no es más que el ADECUADO reparto del tiempo de una persona entre las distintas tareas que quiere desarrollar.” theme=”style2″]

El día tiene 24 horas, o si lo prefieres 1.440 minutos ó 86.400 segundos. Puedes elegir cómo medirlo, pero lamento decirte que, por mucho que quieras, esto es lo que hay, y es para todas igual. Tu objetivo a la hora de mejorar en tu gestión del tiempo ha de ser el equilibrio entre ser eficiente y eficaz.

 

EFICIENTE: Eres eficiente cuando consigues los mismos objetivos con menos recursos o viceversa. Es hacer las cosas “bien”.

 

EFICAZ: Eres eficaz cuando eres capaz de lograr tus objetivos propuestos. Hacer lo que realmente “hay que hacer” para conseguir los resultados que desees alcanzar.

 

Pero para mi, la base de todo esto es comparable con la clave de la que habla Mari Kondo en su libro “la magia del orden”. Si no te lo has leído te lo recomiendo. Ella dice que el secreto de un espacio ordenado es tener menos cosas. Básicamente el libro te habla de aprender a desapegarnos de las cosas y aprender a tirar.

 

Pues en la buena gestión del tiempo pasa exactamente igual.

 

[click_to_tweet tweet=”El secreto de una buena gestión del tiempo es precisamente, meter en tu agenda de cada día menos cosas.” quote=”El secreto de una buena gestión del tiempo es precisamente, meter en tu agenda de cada día menos cosas.” theme=”style2″]

 

 

Ya sé lo que estás pensando ahora mismo: “sí claro, así cualquiera, menudo secreto”, “y eso como se hace”, “eso no se puede hacer…” Bueno, si sigues leyendo te aseguro que no te arrepentirás y descubrirás que no solo es posible, sino que es sin duda el secreto de la productividad.

 

Hay dos motivos:

Por un lado, es sin duda el arte de hacer menos, pero hacer lo más importante. Por tanto, saber identificar qué es lo verdaderamente importante.

 

Esto también lo explica Leo Babauta en su libro “The Power of Less” (El poder de hacer menos), Lo importante no es hacer muchas cosas y muy rápido sino hacer menos cosas y que sean las más importantes. Él lo resume en dos pasos: identificar lo esencial y eliminar el resto.

 

Por otro lado, está demostrado por los expertos que tener una gran lista de cosas que hacer y sistemáticamente hacer menos, nos hace más ineficaces, ya que nos “despista” de la tarea. Perdemos mucho tiempo pensando en todo lo que tenemos que hacer y cómo lo vamos a conseguir.

 

Estamos en una sociedad demasiado preocupada por “hacer” y no tanto por el “Ser”. Nos pasamos el día haciendo cosas. Si le preguntaras a alguien -¿qué haces?- y te dijera: -nada- no sólo te sorprendería sino que tu juicio inmediato sería negativo hacia esta actitud. Detrás tendrías diálogos más conscientes o inconscientes de tipo “qué persona más vaga” o “qué aburrido” o “Qué pena, no tiene a nadie o nada que hacer…” Seguramente tú también tienes creencias limitantes sobre la buena gestión del tiempo. Y eso es algo que debes estar dispuesta a cambiar.

 

 

gestión del tiempo

 

 

 

 

EN QUÉ AFECTA UNA MALA GESTIÓN DEL TIEMPO

 

 

Es obvio que una mala gestión del tiempo tiene un montón de consecuencias negativas para ti y tu organismo. Quizás las podríamos resumir en dos:

  • Menor rendimiento / baja productividad.
  • Causante de mucho estrés.

 

Y por si no lo sabías, el estrés es el principal responsable del origen de la mayoría de las enfermedades de hoy en día, ya que te debilita el sistema inmune, produce problemas intestinales y digestivos, problemas cardiovasculares, insomnio, problemas respiratorios, alergias…Todas ellas y muchas más ya está demostrado científicamente que pueden tener su origen en el estrés.

 

Por tanto, creo que la mejora en la gestión del tiempo es algo que deberías considerar muy seriamente.

 

Otras consecuencias negativas de una mala gestión del tiempo son las siguientes:

 

Un generador de estrés es sin duda la FRUSTRACIÓN:

Seguro que, si te pregunto, qué emociones te genera cuando, aun haciendo muchas cosas, sientes que no has hecho nada, tu respuesta será sin duda FRUSTRACIÓN.

 

La frustración no es más que un desajuste entre la REALIDAD y tus EXPECTATIVAS. La frustración aparece cuando piensas que una cosa va a ocurrir de una manera y finalmente ocurre de otra con consecuencias que consideras de inferior valor (más negativas)

 

Por tanto, la ecuación a mí me sale bastante fácil: Está claro que aquí hay dos parámetros y sólo uno depende de ti, el otro no. ¿Qué debes hacer para evitar o reducir la frustración? Pues no, no es reducir tus expectativas. La respuesta es ajustar tus expectativas, que no es lo mismo. Ya que efectivamente la realidad, que es en el momento presente, no la puedes cambiar. Quizás has pensado con miedo o rechazo, que tu no quieres reducir tus expectativas, y haces muy bien.

 

Como ya habrás experimentado, tener las expectativas muy altas en un corto periodo de tiempo, no te han llevado a buen fin, porque o fallas en la eficiencia o en la eficacia, y si no, no estarías leyendo este artículo. Por tanto, debes ajustar esas expectativas a la realidad y tener en cuenta el factor tiempo. Es decir que sólo tienes que colocar tus expectativas más separadas en la línea del tiempo, y así seguro que se convierten en expectativas más reales.

 

Para realizar un apropiado ajuste de las expectativas, también es importante priorizar. Tener claro qué es lo verdaderamente importante para la tarea, para el día o para tu meta a largo plazo. Para aprender a gestionar tus prioridades te cuento “el gran secreto” más abajo, cuando te hablo de la “Importancia de saber qué es lo que quieres”.

 

 

 

Una mala gestión del tiempo afecta negativamente a tu AUTOESTIMA.

Claro, porque tú cuando piensas hacer tres cosas en un mismo día y haces sólo dos, de algún modo, el mensaje que te estás diciendo es “no valgo”, “no soy capaz”, “yo no sé”. En cambio, si te propones hacer dos cosas y haces dos, el mensaje que te estás diciendo es: “Qué buena soy”, “que bien se me da” etc. Créeme que es así, si no, no sentirías frustración.

 

Si eres de las personas que constantemente estás sintiendo frustración porque sientes que el día se te va y nunca alcanzas a hacer lo que te propones, estás poniendo en riesgo tu autoestima, además de tu salud.

 

Hay una frase por la que me salen granos cuando la escucho y es la de “no me da la vida”. Esto determina el nivel de frustración que está sufriendo una persona en su día a día.

¿A qué te invita esta frase? ¿Qué te dice? A mi me dice que si no te da la vida es por causas ajenas a ti. Déjame que te diga que esa es la mayor trampa en la que puedes caer.

Si eres de las que usa esta frase, sin duda necesitas ponerte manos a la obra para mejorar tu gestión del tiempo y hacer algún cambio de hábitos. Para empezar te invito a eliminar esta frase de tu vocabulario y a que te inventes otra sustituta como: “Voy a revisar  mis prioridades“, o “no quiero hacer eso hoy”…Sin duda más empoderadora, ¿no crees?

 

Hay una frase que se parece a la de Lenin pero no es exactamente igual, que dice:

 

[click_to_tweet tweet=”‘Sólo si eres parte del problema, eres parte de la solución”” quote=”‘Sólo si eres parte del problema, eres parte de la solución”” theme=”style2″]

 

Sólo si te haces cargo de tu parte de responsabilidad ante una situación, tendrás capacidad de influir sobre ella para cambiarla. Así que asume tu parte de responsabilidad ante tu mala gestión del tiempo ya que es el primer paso para poder mejorar.

 

Una de las mejores maneras de evitar la frustración es por supuesto una buena planificación. Una planificación realista, orientada a tus objetivos. Si quieres aprender bien a planificar, sigue leyendo este artículo donde te voy a enseñar alguna técnica.

 

Cómo afecta a tu MOTIVACIÓN

Estoy segura de que muchas veces sientes falta de motivación a la hora de hacer ciertas tareas que te has propuesto. La motivación es lo que nos mueve a la acción y por tanto es importante encontrar esa motivación en las acciones que realizas.

 

La NO motivación no existe. Siempre estás motivada hacia algo. Si te has propuesto ir al gimnasio y no vas porque no sientes motivación y en lugar de eso prefieres quedarte en el sofá, es porque tu motivación está enfocada a quedarte en el sofá. Obvio, ¿no?, pues es así como funciona la motivación. El problema es cuando tú motivación no está orientada hacia tus objetivos. Y es ahí donde debes trabajar.

 

Cuando tienes una mala gestión del tiempo, tus objetivos no suelen estar alineados con tu motivación porque a menudo no tienes claro si te sirve de algo eso que te has propuesto hacer, si realmente te acerca a donde quieres ir, es decir no tienes claro si lo quieres hacer.  A menudo, algunas tareas ni siquiera son tu objetivo, si no el de otras personas…

 

Un ejemplo practico.

En una ocasión, durante mi formación como coach, yo me propuse que quería empezar a correr. Hacía poco que había tenido a mi hija Jara y tenía varios quilos de más y no me encontraba en forma, pero yo nunca había corrido antes. Me parecía una buena opción. Me lo proponía, pero no había manera de encontrar la motivación para salir…siempre tenía “excusas” y otras cosas más “importantes” que hacer. Hasta que un día una compañera de la formación me dijo: -Bel, yo creo que tú, en realidad, no quieres correr-, yo me sorprendí y le dije, -¡claro que quiero!-  y ella me dijo, -bueno quieres pero no lo suficiente. Quieres menos, que todas esas otras cosas que haces, en lugar de salir a correr.

Efectivamente, al final es una cuestión de prioridades. Sí quería correr, pero quizás en mi lista de prioridades estaba en el puesto 11 y como en mis 24 horas sólo cabían 5 cosas, pues nunca llegaba. Así que decidí que correría pero en unos meses más tarde que sintiera que otras prioridades estaban cubiertas (o repartidas de otra manera). Un día me propuse seriamente que mi salud era muy importante para mí y estar en forma un compromiso y puse el correr en el puesto 2 de mis prioridades. Empecé a correr y a entrenar hasta que conseguí también cumplir uno de mis sueños y corrí la carrera de La Behovia.

 

 

Para evitar frustración, es importante que seas consciente de en qué puesto de tus prioridades está cada cosa y que seas realista, ya que sabes que sólo puedes hacer las que están bien arriba de la lista. De este modo, si hay algo que quieres hacer pero en este momento no está arriba de tu lista, le puedes dar otra fecha más adelante en tu calendario. O ponerlo en una lista diferente (una lista de “espera”)

 

 

 

 

Cuáles son tus LADRONES DEL TIEMPO

Seguro que, aunque no hayas oído nunca hablar de este término sabes exactamente a lo que me refiero.

 

Los ladrones del tiempo son aquellas pequeñas cosas que te distraen y que hacen que pierdas el foco en tu tarea. Hay muchos y muy diversos. La mayoría son comunes entre casi todas las personas, pero hay otros ladrones del tiempo que son muy personales y que debes aprender a identificar cómo “tus ladrones del tiempo”.

 

Algunos ladrones del tiempo comunes son:

  • Whast app
  • Facebook
  • El correo electrónico
  • “Una lavadora sin poner”
  • Llamadas de teléfono
  • Visitas inesperadas
  • “tengo que hacer la comida”
  • Reuniones de última hora

 

Para evitar que algunos ladrones del tiempo entren en escena es importante que asumas un compromiso de no distracción en la tarea y que te des permiso más tarde para atender ciertas cosas como el whats app, mails, Facebook, etc. Es decir, que en tu agenda del día determines tiempos de trabajo y tiempos para atender las otras pequeñas cosas para que no se conviertan en ladrones del tiempo. De este modo si estás escribiendo, leyendo o realizando cualquier otra tarea, y te entra un whats app, una llamada, etc., en vez de atenderlo corriendo, te puedes decir a ti misma: -Lo atiendo en el espacio para ello- y sin agobios, puedes seguir con tu tarea y dejar un espacio para las otras cosillas.

 

Esto lo explica muy bien Francesco Cirillo con su técnica del Pomodoro, donde nos cuenta que el cerebro humano no es capaz de estar en su máxima concentrado más de 25 minutos seguidos y que además puedes ser mucho más productiva si haces descansos. Existen incluso aplicaciones y webs con temporizadores on-line que puedes utilizar para ayudarte a gestionar tus “pomodoros” como esta.

 

También una técnica que aumenta la productividad es agrupar tipos de tareas similares. Es decir, llamadas de teléfono, escribir mails, recopilar información, leer whats apps, etc todas a la vez, ya que al requerir preparación similar vas cogiendo carrerilla con las primeras y después te salen todas del tirón. Además evitas los tiempos perdidos en los cambios de tarea, que créeme es mucho.

 

 

 

 

Dejar de PROCRASTINAR

Esto también seguro que te suena y es una consecuencia de una mala gestión del tiempo, entre otras cosas.

[click_to_tweet tweet=”‘Procrastinar es posponer una tarea para “luego” sustituyéndola normalmente por otra más placentera.'” quote=”‘Procrastinar es posponer una tarea para “luego” sustituyéndola normalmente por otra más placentera.'” theme=”style2″]

 

Básicamente es coger una tarea que tienes en tu lista de prioridades en el puesto 15 y meterla en el puesto 3 del tirón y sin preguntarte por qué.

Los motivos más comunes por los que procrastinas pueden ser:

  • La tarea es muy sencilla y te aburre realizarla
  • No saber hacer algunos de los pasos para realizar la tarea.
  • Miedo a hacerlo mal
  • Por perfeccionismo

 

De nuevo la mejor manera de dejar de procrastinar es, primero ser consciente de que estás procrastinando y tratar de ver cuál es el motivo por el que lo haces. A continuación decide si es realmente algo que quieres hacer o no y si tu respuesta es sí, ponle una fecha en tu agenda para realizarlo y esta vez con un serio compromiso por tu parte.

 

 

CÓMO FUNCIONA NUESTRO CEREBRO

Ya has visto en qué aspectos te puede afectar negativamente una mala gestión del tiempo. Afecta a tu salud, autoestima y motivación entre otras cosas. Creo que ya tienes claro que para poner en marcha una buena gestión del tiempo vas a tener que cambiar varias cosas en tu forma de funcionar hasta ahora. Y ya sabes que esto no es fácil. Entender cómo funciona tu cerebro te va a ayudar a gestionar mejor esos cambios.

 

El cerebro está diseñado para una única cosa y es para sobrevivir, por tanto el cerebro de forma inconsciente sólo te va a ayudar a hacer cosas que le lleven a ese fin. Lo de ser feliz y conseguir tus objetivos, no está dentro de sus prioridades.

 

 

RESISTENCIA AL CAMBIO

Al cerebro no le gusta cambiar, ya que el cambio nos lleva siempre a una zona de incertidumbre porque no sabemos con certeza qué va a pasar cuando hacemos algo nuevo. Por eso es importante que tengas en cuenta algunas cosas sobre cómo puedes re-programar tu cerebro para que juegue a tu favor.

 

Nuestro cerebro piensa en imágenes. Es decir, todas las cosas que pensamos las representamos con una imagen en nuestro cerebro y te diré un secreto: el cerebro no distingue entre una imagen real de una imagen inventada.

 

Esto lo puedes entender con un ejemplo: Seguro que recuerdas algún suceso que pasó en tu familia cuando eras pequeña. Esa típica historia familiar que has oído contar una y otra vez por diferentes miembros de tu familia. Seguro que tú ya tienes una imagen formada en tu cabeza sobre todo lo que ocurrió, de tal modo que ya no recuerdas con exactitud si ese día tu estabas presente o no. No sabes si es un recuerdo real, o es una imagen inventada que ha generado tu cerebro tras oír la historia.

 

Por ello, la visualización es una de las herramientas más poderosas que conozco. Si eres capaz de visualizar algo que quieres conseguir, le estás diciendo a tu cerebro que “ya has estado ahí” y que esta experiencia no es tan nueva, por tanto el cerebro no opondrá resistencia para implementar ese nuevo hábito, reto u objetivo que quieras alcanzar.

 

 

Necesidad de cambio de hábitos

Ya lo decía Einstein:

 

[click_to_tweet tweet=”Einstein: “Si quieres resultados diferentes, haz las cosas de diferente manera”” quote=”“Si quieres resultados diferentes, haz las cosas de diferente manera”” theme=”style2″]

 

 

Está claro que si has llegado hasta aquí es porque sabes que te vendría bien mejorar en saber qué es lo que quieres y tu Gestión del Tiempo, e imagino que te habrá quedado claro que hay algunos hábitos que debes cambiar.

 

Ya has visto cómo funciona tu cerebro y algunos trucos que te pueden ayudar a cambiar de hábitos, como la visualización.

 

Otra cosa que debes tener en cuenta a la hora de realizar un cambio de hábitos es cómo funciona la famosa zona de confort. Mucha gente habla de ello, hay miles de frases bonitas que nos hablan de las bondades de salir de la zona de confort y muchos expertos nos sugieren que deberíamos salir de la zona de confort al menos una vez al día (yo también te lo recomiendo) pero estoy casi segura de que no sabrías decirme por qué es tan bueno salir de la zona de confort.

 

zona-de-confort

 

 

Seguro que ya has visto esta imagen que como ves tiene varias zonas. La primera es la zona de Confort que no es más que la zona en la que estamos habituadas a estar, aunque a veces no sea tan “confortable” pero se le llama de confort porque el cerebro está cómodo, ya que al ser una zona que conoce, tiene garantizada la supervivencia.

 

La siguiente zona es la zona del Miedo. Se le llama así porque es lo que sientes nada más salir de la zona de confort. Al no saber qué es exactamente lo que va a suceder, pues nunca has estado en esta nueva situación. Superar esta zona es vital para realizar el proceso completo. Aquí tu cerebro te va a enviar un montón de señales, te va a recordar tus miedos y tus creencias limitantes para que no sigas y te des media vuelta de nuevo a la zona de confort y no cambies nada. Debes aprender a superar esta zona, trabajando la confianza en ti misma.

 

Una vez superada la zona anterior y no haber dado marcha atrás hacia la zona de confort de nuevo, pasas a la zona de aprendizaje o acción. Aquí ya estas haciendo algo diferente y por tanto estás aprendiendo algo.

 

La última zona sería la zona de éxito o fracaso, ya que salir de la zona de confort no te garantiza que vayas a tener éxito con nuestra hazaña. Lo que sí aporta esta zona es la autorealización. Por eso se dice que “o se gana o se aprende”.

 

¡Pues vaya chasco! Y entonces ¿por qué tanto interés en salir de la zona de confort? Te preguntarás. Pues porque lo que sí nos garantiza salir de nuestra zona de confort es pasar por la zona de APRENDIZAJE y es este el kit de la cuestión.

 

Siempre que sales de tu zona de confort aprendes algo, aunque sea por donde no ir la próxima vez.

 

Además, en la ardua tarea de cambiar de hábitos, lo más importante es decirle a tu cerebro que eres capaz de crear nuevos caminos de acción. Nuestro cerebro es plástico. Sí, has leído bien. Esto quiere decir que tu cerebro cambia físicamente con el tiempo. Cada vez que generas un habito, se hace un surco en tu cerebro que has de cambiar, si quieres cambiar de hábito. Próximamente escribiré un artículo completo sobre el fabuloso tema de cambio de hábitos. ¡No te lo pierdas!

 

 

S.A.R.

Otra función interesante de nuestro cerebro es el Sistema de Activación Reticular. El SAR es una parte de nuestro sistema nervioso que sirve, entre muchas otras cosas, para modular los estímulos que recibimos del exterior, como los que provienen de la vista. Es decir, nos sirve de filtro para no volvernos locas con toda la información que hay a nuestro alrededor filtrando lo que considera interesante.

 

Un ejemplo de este filtro es cuando te vas a comprar un coche y de repente sólo ves ese coche en la carretera. Entre un gran atasco eres capaz de ver sólo ese modelo de coche y lo ves todo el rato. O cuando te quedas embarazada y sólo ves embarazadas por la calle o tiendas de cosas para bebes que antes ni te habías dado cuenta de que existían.

 

Lo que ocurre es que, si no le dices a tu cerebro qué cosas quieres o te interesan, tu cerebro va a interpretar que lo que más te interesa es en lo que más se repite en tu pensamiento. Por eso las personas negativas tienen más tendencia a que le pasen cosas negativas que las personas positivas. Si por ejemplo, estás a punto de realizar una acción que requiere equilibrio y vas pensando “me voy a caer, me voy a caer” tienes muchas más papeletas de caerte que si piensas lo contrario.

 

Si no le das ordenes concretas a tu cerebro de qué es lo que quieres o te interesa, es más fácil que tu cerebro interprete cosas que no son exactamente lo que tu quieres. Y es fácil que al cabo de los años (si no te ha pasado ya) tengas una vida que no es exactamente como te imaginabas, o lo que hubieras querido, porque tu cerebro te ha ido filtrando información y/o oportunidades que no has “elegido” exactamente.

 

 

La buena notica es que puedes re-programar tu cerebro. ¿Cómo? Sabiendo exactamente qué es lo que quieres para que tu cerebro se concentre y se  fije en todas las oportunidades que pasan por tu lado y que te acercan a tu objetivo. Pero claro, no pienses que vale sólo con ver el tren pasar, por supuesto hay que subirse y como yo digo siempre:

 

[click_to_tweet tweet=”[click_to_tweet tweet=”No importa los artículos o los libros interesantes que leas, los cursos que hagas, si no entras en acción no sirven de nada.” quote=”No importa los artículos o los libros interesantes que leas, los cursos que hagas, si no entras en acción no sirven de nada.” theme=”style2″] quote=”No importa los artículos o los libros interesantes que leas, los cursos que hagas, si no entras en acción no sirven de nada.” theme=”style2″]

 

 

 

LA IMPORTANCIA DE SABER QUÉ ES LO QUE QUIERES

 

Saber qué es lo que quieres

 Por eso es muy importante saber exactamente qué es lo que quieres y no sólo lo que no quieres. Por un lado para poder re-programar tu cerebro, claro, y que no se te pase ni una sola oportunidad que te acerque a la meta. También porque está demostrado que cuando no sabes exactamente lo que quieres es mas fácil que termines haciendo muchas cosas al cabo del día, que no quieres hacer, ni te acercan a tu objetivo en absoluto, ni lo necesitas para nada…

 

Para mi, la clave de una buena Gestión del Tiempo es que tengas clara cuál es tu meta a largo plazo, pues de aquí podrás sacar tus objetivos a medio y corto plazo y poder así planificar.

 

Esto es exactamente lo que te propongo en la mega guía para “Poner en marcha tu Plan B” que si aun on te has descargado te recomiendo que no pierdas más tiempo, pues encontrarás no sólo una hoja de ruta para poner en marcha tu plan B si no que también tienes un descargable de un ejercicio mega interesante para tener claro qué es lo que quieres.

 

 

 

 

PLANIFICA TU AÑO IDEAL

 

Ya tienes claro los pros y los contras de tener una buena gestión del tiempo. Ya conoces cómo funciona tu cerebro y cómo sacarle el mayor partido. Tienes las herramientas para saber con más claridad qué es lo que quieres, y por tanto tu meta a largo plazo. Ahora sólo te falta aprender a planificarte.

 

Lo primero que debes hacer, si no lo has hecho ya, es pensar en cuáles son las tres cosas que deben suceder sí o sí durante los próximos 12 meses para que se cumpla tu meta a 5 años. Por supuesto han de ser cosas que dependan de ti, ya que tú no tienes poder sobre lo demás, aunque puedas a veces influenciar cambios.

 

Párate a pensarlo ahora mismo….

 

¿Lo tienes?

 

Pues ya tienes tus tres objetivos principales para los próximos 12 meses.

 

Ahora deberías de asegurarte de que esos tres objetivos estén bien formulados. Ya te he dicho al principio que el principal motivo por el que la mayoría de las personas no consiguen lo que quieren, es porque no saben lo que quieren o no lo tienen bien definido. Ahora que has hecho el esfuerzo de saber qué es lo que quieres ¡no debes fallar en este paso!

 

 

OBJETIVOS SMART+

Para saber si tus objetivos están bien formulados, a mí me gusta usar una herramienta que se usa mucho en el mundo empresarial y que funciona perfectamente bien en lo personal, y es los objetivos SMART+.

 

El significado de estas siglas, por supuesto en inglés es:

 

S: Específicos

M: Medibles

A: Acordables/comprometidos

R: Realizables

T: Con tiempos marcados

+: En positivo, retadores, relevantes

 

 

¿Qué significa esto? A groso modo, quiere decir que la frase que defina tu objetivo debe contener todos estos parámetros. Pongamos un ejemplo: Imagínate que te vas a proponer adelgazar unos kilos y te planteas que tu objetivo es “Adelgazar”. Vamos a comprobar si contiene lo necesario para ser un objetivo SMART+.

 

Específico: No es muy específico ya que adelgazar es ambiguo. Si adelgazas 300 gr, ¿habrás cumplido tu objetivo? En teoría sí, pero seguramente no te sientas muy satisfecha ¿verdad? ¿Cómo sería más específico?: ADELGAZAR 5 KILOS.

 

Medible: Bueno, se podría medir ya que adelgazar supone pesar menos de lo que pesabas el día que te lo propusiste, pero sería más medible si fuera más específico aún. ¿Cómo lo podríamos mejorar?: (Si suponemos que peso 65 kilos) PESAR 60 KILOS.

 

Comprometido: Bueno aquí es algo personal. Debes de valorar cuál es tu nivel de compromiso con el objetivo. Imagínate que te has propuesto adelgazar 5 kilos en 2 semanas. Suena bien, pero a lo mejor no estás dispuesta a hacer el sacrificio que vas a tener que hacer para conseguirlo en tan poco tiempo. Al formular el objetivo sólo como “adelgazar” yo intuyo poco compromiso ya que no quieres asumir la responsabilidad de especificar ni siquiera cuánto quieres adelgazar.

 

Algo que ocurre mucho en las empresas es que los objetivos no son comprometidos, ya que a menudo los ponen los directivos sin contar con las personas que tienen que cumplir dichos objetivos y a menudo son irrealizables. El equipo no sentirá ese objetivo como suyo y no tendrá motivación para conseguirlo.

 

Realizable: Bueno “adelgazar” es bastante realizable, ya que con 100 gramos habrás conseguido tu objetivo. Lo importante es que sea suficientemente retador pero que sea cumplible. Si no, perderás la motivación al segundo día.

 

Aquí hay que tener varias cosas en cuenta a la hora de ver si son realizables, como el tiempo y el compromiso. Por ejemplo: si te propones adelgazar 5 kilos en 2 semanas, y en medio tienes una boda, quizás es poco realizable, en cambio si simplemente cambias la fecha y dices “quiero adelgazar 5 kilos en dos meses” Puede que ya sea más realizable y tu compromiso con el objetivo sea mayor y por tanto también la motivación.

 

Tiempos marcados: Esto es algo MUY importante en la formulación de objetivos. A menudo. No nos ponemos fechas, porque no queremos comprometernos, por no fallar y es un grave error. Un objetivo SIEMPRE debe tener una fecha de cumplimiento, en la cual debes cumplir ese objetivo, ¡es lo que nos va a poner en marcha! Y si en esa fecha no se ha cumplido, tenemos marcado una fecha en la que revisar el objetivo, si no se ha cumplido, puedes reflexionar por qué no se ha cumplido, decidir de nuevo si realmente es tu objetivo y si es importante para tu meta a largo plazo o no. Y si la respuesta es sí, debes reflexionar sobre qué debes cambiar de a formulación del objetivo para que se pueda cumplir, en un nuevo plazo de tiempo. Por lo tanto, ¿qué le falta al objetivo de adelgazar?: PESAR 60 KILOS EL 15 DE JUNIO

 

+ (en positivo, retador y relevante): Aquí sería repasar un poco el objetivo: ¿Está en positivo? SÍ. ¿Es retador? SÍ, ya que no es demasiado fácil, pero tampoco es imposible. Y por último, pero no menos importante ¿Es relevante? Es decir, ¿es realmente necesario este objetivo para alcanzar mi meta a largo plazo? En la meta recuerda que tenías que trabajar todos los aspectos de tu vida, incluido tu salud o estado físico, por tanto, si a 5 años tu te visualizaste más delgada, o en mejor forma etc, pues este objetivo es totalmente relevante.

 

Por tanto, ¿cuál sería tu última versión del objetivo SMART+?: PESAR 60KILOS EL 15 DE JUNIO

 

¿Suena o no suena más determinante, seguro, retador y motivador?

 

 

 

PLAN DE ACCIÓN

Una vez tienes bien definidos tus objetivos para los próximos 12 meses, puedes realizar un plan de acción para cada uno de los objetivos.

 

Coge un objetivo y detalla una por una todas las acciones que debes realizar previamente para conseguirlo. Repítelo con cada uno de los otros dos objetivos.

 

Se trata de detallar todas las acciones que necesitas hacer para que se cumpla. Es decir, los mini-objetivos del objetivo. Por ejemplo, imagina tu meta profesional a 3 años es:

Encontrar la libertad financiera que me merezco, con la libertad geográfica y de tiempo que necesito  y que me permita conciliar.

Suena bien, ¿verdad?, pues ¡te he pillado! porque este objetivo no es SMART. Para que fuera SMART, debería de ser por ejemplo:

Encontrar una profesión con la que me sienta realizada y gane 20.000euros al año, pudiendo trabajar en remoto desde cualquier lugar, dedicándole no más de 20 horas a la semana y siendo yo quien me distribuya esas horas como necesite.

Para ello has decidido, tras tener tu sesión de Asesoría 1 a 1 conmigo, en la que has descubierto qué es lo que te apasiona y quieres transformarte profesionalmente a asistente virtual, y para que esté conseguido dentro de 3 años tienes que empezar ¡ya!. Por ello, te has propuesto que uno de tus objetivos para los próximos 12 meses es hacer un curso on-line de Asistente virtual. Quizás las acciones que tienes que realizar para conseguirlo son:

 

  1. Buscar información sobre los diferentes cursos on-line que existen.
  2. Ponerme en contacto con dos os tres para pedir información, precio, fechas de comienzo, etc.
  3. Encontrar una persona que se encargue de recoger a los peques del cole y esté con ellos dos horas dos días a la semana, para sacar el tiempo de hacer el curso.
  4. Vender el equipo de esquí para sacar dinero para pagar el curso.
  5. Matricularme en el curso.

 

 

Puedes hacer una lista de todas las acciones y después las ordenas cronológicamente. El siguiente paso es muy importante. Ponle una fecha de cumplimiento a cada una de las acciones. Esta parte es muy importante, ya que son objetivos más pequeños y por tanto deben ser también SAMRT+ y ya te he comentado lo importante de ponerle fecha. NO olvides una cosa:

[click_to_tweet tweet=”La diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha” quote=”La diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha” theme=”style2″]

Sin fecha, no pasará de ser un deseo, de este modo le dices a tu cerebro que no estaría mal que sucediera, pero que no es tan importante para ti. En cambio, si le pones una fecha, tu cerebro sabrá que es importante y que lo quieres realmente, y te será mucho más fácil encontrar soluciones a las posibles barreras que te encuentres para realizarlo.

 

 

El ejemplo anterior podría quedar así:

  1. Buscar información sobre los diferentes cursos on-line que existen. 15 de octubre
  2. Ponerme en contacto con dos os tres empresas para pedir información, precio, fechas de comienzo, etc.  17 de octubre.
  3. Encontrar una persona que se encargue de recoger a los peques del cole y esté con ellos dos horas dos días a la semana, para sacar el tiempo de hacer el curso. 20 de diciembre.
  4. Vender el equipo de esquí para sacar dinero para pagar el curso. 7 de enero
  5. Matricularme en el curso. 10 de enero.
  6. Comienzo de curso. 01 de febrero.

 

 

Debes realizar esto con cada uno de los 3 objetivos que te has marcado y tenerlo muy presente.

 

ponle fecha

 

CALENDARIO ANUAL

A continuación y para ir mejorando en la planificación y por tanto en la Gestión del Tiempo, ordena las tareas de los tres objetivos de forma cronológica y plásmalo sobre tu agenda o calendario anual para tener una visión global de las tareas y los objetivos del año. Revisa que sea viable, es decir que no te cargues en un mes de demasiadas cosas que sean incompatibles y haz las variaciones necesarias para que sea realista y viable en conjunto.

 

Con esto ya tienes una agenda bastante completa de todas las acciones más importantes para este año.

 

Teniendo estos objetivos presentes, va a ser mucho más difícil que se te cuelen tareas que no te acerquen a tu objetivo y por tanto mejorarás en tus hábitos de gestión del tiempo.

 

 

Como ves, una de las cosas más importantes para una buena gestión del tiempo es trabajar y tener muy claro qué es realmente lo que quieres. De este modo te será mucho más fácil marcarte cuales son las tareas que debes realizar casi cada día. Muchos expertos recomiendan que en tu agenda no haya ninguna tarea que no te ayude a conseguir tu Meta a largo plazo. Esto puede parecer imposible de cumplir, pero te aseguro que si trabajas bien tu visualización y marcas bien tus objetivos, va a ser muy difícil que se te cuelen tareas ajenas a tus objetivos. A menos que te cueste decir “NO”, pero sobre esto ya te hablaré en otro artículo.

 

Has podido ver cómo trabajar qué es lo que quieres, marcar tus tres objetivos más importantes y un plan de acción para cada uno de ellos.

 

En mi próximo post te contaré cómo hacer una buena planificación a tres meses vista, semanal incluso diaria. Qué cosas debes tener en cuenta y qué cosas evitar y algunos trucos y secretos para ser más productiva, de forma eficiente y eficaz en el día a día.

 

 

Hasta entonces te invito a que trabajes tu meta a largo plazo y los objetivos Smart+, y si tienes alguna duda o te atascas en algún punto, no dudes en preguntarme lo que quieras más abajo o contactarme personalmente.

¡te veo en los comentarios!

y así podemos compartir entre todas cuál es nuestra mayor dificultad y aprender unas de otras.

 

¿Qué es lo que te resulta más difícil de lo que te propongo?
¿Cuál es tu mayor miedo?
¿Por qué motivos procrastinas?
¿Qué crees que falla en tu gestión del tiempo?

 

 

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